La decisión de salir del armario o vivir siendo un armario empotrado es un pensamiento, corríjanme si me equivoco, que tenemos todas y cada una de nosotras en algún momento, en algunos casos, en todos los momentos de nuestras vidas.

Viendo los pros y los contras parece que el armario no nos hace ningún bien, entonces ¿por qué nos cuesta tanto abrir esa puerta? Creo que generalmente en nuestra cabeza hay una balanza, en un lado están los amigos, la familia, el trabajo y la sociedad y en el otro estamos NOSOTRAS Y NUESTRA FELICIDAD, y por muy lógico y en MAYÚSCULAS que parezca, normalmente la balanza cae hacia el otro lado, hacia el lado en el que nosotras y nuestra propia felicidad pierden.
Siempre existe el miedo del rechazo de tu familia, de tus amigos, las posibles consecuencias en el trabajo... son factores que cuentan, y cuentan bastante a la hora de tomar esta decisión y por eso creo que muchas chicas deciden ser un armario empotrado en vez de ver la luz.
Cuántas veces hemos cerrado la puerta, tirado la llave y hemos sufrido dentro de ese armario, cuántas oportunidades hemos pasado, cuántos amores hemos perdido por no haber afrontado que nosotras amamos a otra mujer...
Muchas mujeres han sido capaces de invertir el peso de la balanza (antes o después) y ser felices viviendo la vida que quieren vivir, como la quieren vivir y con quien la quieren compartir. ¿Qué es lo que tienen esas mujeres? Yo creo que lo que tienen, o mejor dicho lo que sienten, es AMOR, están reventando de amor, tanto que no pueden callarse y deben gritar al mundo que se quieren y que están enamoradas de otra mujer, que ella ES ASÍ.
De todas formas y por mucho que discutamos este tema, cada persona vive una circunstancia personal diferente, en países diferentes con leyes y mentalidades diferentes y es imposible generalizar. Ante todo creo que lo que hay que hacer es respetarnos como PERSONAS QUE SOMOS, ser felices viviendo nuestra vida, y a ser posible que NOS DEJEN VIVIRLA COMO NOS DE LA GANA.
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